domingo, 1 de diciembre de 2013

5 razones a favor y en contra de que el hip hop esté muerto

Es habitual que cada cierto tiempo se alcen voces desde cualquier rincón del mundo que aseguran que el hip hop está muerto.......


No son pocos los artistas que se han sumado a esta opinión, aunque tal vez uno de los más vehementes sea Nas, cuando tituló a su álbum de 2006 ‘Hip Hop Is Dead’. Esto no es algo exclusivo del hip hop, muchos otros estilos musicales se han encontrado en situaciones similares, como el punk (al que llevan dando por muerto desde finales de los 70) o el grunge (uno de sus máximos exponentes, Kurt Cobain, solía dejarse ver con camisetas que decían “Grunge Is Dead”, principalmente como una forma de provocación, pero también para demostrar su desencanto con la senda mainstream que estaba adoptando el género).

Esta afirmación sobre la muerte del hip hop, según quién y cuándo la exponga, puede venir motivada por diversas razones: la pérdida de los valores de la vieja escuela, la falta de creatividad, el excesivo comercialismo… Cada país, cada escena, tiene su propia idiosincrasia. El caso concreto de España no es una excepción, y aquí se exponen cinco razones a favor y otras cinco en contra de que el hip hop pueda estar muerto o no en nuestro país.

5 razones a favor y en contra de que el hip hop esté muerto

EL HIP HOP ESTÁ MUERTO

5 razones a favor y en contra de que el hip hop esté muerto

1. Si nos ponemos puretas y atendemos al concepto originario del hip hop, el que está formado por los cuatro elementos, no nos queda otra que aceptar que el hip hop está o bien muerto, o cuanto menos desmembrado. La vinculación entre los cuatro elementos es cada vez más débil, los nuevos grupos y artistas apenas los reivindican (como hicieran Falsalarma en la canción “El primer paso (Unámonos)”), y el interés del público que principalmente consume música hacia el DJing, el Graff o el Break no es tan grande como antaño. Si hablamos del hip hop como de una unidad, en España nos queda poco de eso.

2. A nivel de industria, hemos retrocedido por lo menos una década. Muchos de los sellos, promotores, festivales y eventos que existían hace unos años, han desaparecido o han visto limitada su actividad de forma drástica. Esto desemboca en menos oferta para el público y en menos oportunidades para los artistas. Las nuevas tecnologías han facilitado que la gente se busque la vidilla por su cuenta, por lo que seguimos teniendo abundantes (y muchas veces excesivos) lanzamientos, pero las posibilidades que tienen los artistas de vivir de la música vuelven a ser tan escasas como en los 90.

3. Si hablamos de la presencia de artistas yanquis en España, algo básico ya que hablamos de la cuna de la que surgió todo esto y de la que suelen proceder las tendencias de vanguardia, nos damos cuenta de que aquí no funciona ni el revival ni las nuevas promesas. Se puede llegar a entender que las propuestas de los artistas yanquis más jóvenes tarden un tiempo en calar, ya que en muchas ocasiones rompen con el concepto convencional de rap que pueda tener buena parte del público y a veces les cuesta asimilarlo, pero los viejunos tampoco tienen mucha más suerte. Hemos tenido ejemplos más o menos recientes de promotores que se han animado a traer a nuestros escenarios leyendas como Rakim, Public Enemy o Edo G, y lo más probable es que al final hayan terminado palmando pasta.

4. La mentalidad fast-food también está cavando la tumba del hip hop. Cada vez la gente da menos valor a los discos, a los singles y a los videoclips que se publican; se les pega una escucha rápida, superficial, y corriendo a por el siguiente. Así es imposible que un artista deje poso, que su música pueda calar entre la gente y tener así más oportunidades de seguir creciendo. Hay mucha mediocridad entre los lanzamientos, pero da igual que se cribe, nos hemos acostumbrado a oír y no a escuchar.

5. El público se está volviendo comodón. Resulta muy fácil reivindicar a un artista por redes sociales, muchas veces por simple postureo, pero a la hora de mover el culo para ir a su concierto, de comprar su disco, de ir a sus firmas o de mostrar un apoyo que vaya más allá de nombrarle por Twitter, no lo hace ni dios.

EL HIP HOP NO ESTÁ MUERTO

5 razones a favor y en contra de que el hip hop esté muerto

1. Hay años mejores, años peores, pero a nivel creativo el rap en España no ha hecho más que crecer. Surgen grupos y solistas nuevos, con fórmulas que actualizan los sonidos clásicos del rap o que apuestan directamente por la vanguardia, y los que llevan más años en esto (algunos, no todos) hacen lo posible por reinventarse y seguir manteniéndose vigentes.

2. La mentalidad del público se está abriendo. Hace unos años habría costado imaginarse propuestas sonoras como las de Dremen o Chirie Vegas en ‘Shadows’, por poner un par de ejemplos, y hoy en día la gente las asimila bien. Los DJ’s también pueden coquetear más con géneros electrónicos como el dubstep o el drum’n'bass sin que los oyentes se rasguen las vestiduras. Y si cada vez somos más abiertos, iremos derribando las fronteras que siempre nos han convertido en un nicho cultural dentro del amplísimo espectro de la música en general.

3. El crowdfunding y otras iniciativas similares están ayudando a sacar a la luz cada vez más proyectos, al tiempo que estrechan la relación entre los artistas y su público. A largo plazo no me parece el formato ideal para sustentar una industria, pero de momento salva los muebles y sirve como ejemplo de que, por difícil que parezca, siempre quedan métodos y vías que permiten salir adelante.

4. Cada vez más chavales escuchan rap, lo cual en realidad no es nuevo, pues es una tendencia que se percibe desde hace años. Antes, en la banda sonora de la adolescencia predominaba el rock urbano, el heavy clasicorro de Iron Maiden y compañía, o el punk contestatario que surgió en España con los 80. Hace años, los que escuchábamos rap en el instituto éramos la minoría. Podemos entrar a debatir qué clase de rap escuchan los chavales, surgirán los que digan que no tienen ni puta idea y que no son b-boys de pura cepa, pero lo importante es que en España hay cantera, tanto a nivel de público como de artistas, y eso es básico si queremos hablar de futuro para la escena.

5. Si volvemos la vista atrás, nos damos cuenta de que la trayectoria del hip hop en España tiene un poco de montaña rusa. Hay momentos en los que, por un cúmulo de circunstancias, pega el petardazo y comienza a llamar la atención de públicos y medios de comunicación ajenos al hip hop, se montan con éxito nuevos eventos y festivales, sus códigos (estéticos, musicales e ideológicos) se expanden entre la gente y, en definitiva, se percibe como algo serio y no como el entretenimiento de unos pocos críos. Luego hay otros en los que todo se hunde, como ahora, agravado encima por la estafa mundial a la que han llamado crisis económica. Pero la montaña rusa volverá a subir, acabará por hacerlo, queda en nuestra mano estar preparados para la siguiente caída.

Entonces, ¿el hip hop está muerto o no? Depende de cada uno, aunque de lo que no hay duda es de que la escena está muy, pero que muy jodida en ciertos niveles. Aquí hemos expuesto algunos argumentos a favor o en contra de la extinción del género, pero ¿cuáles son los tuyos?

Escríbenos, exponerlos aquí en los comentarios y haz saber tu opinión.

Saludos.

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